viernes, 20 de febrero de 2015

UN CONSENSO QUE CONVOCA A LA RESPONSABILIDAD



En el 85 Aniversario del  23 de febrero de 1930,
Fecha para  ser reflexionada en sus similitudes, diferencias y circunstancias parecidas al momento actual

UN CONSENSO QUE CONVOCA A LA RESPONSABILIDAD

¡El pueblo necesita un cambio ahora; no es cosa del futuro!

En el  discurso de la mayoría de las organizaciones y personalidades del  progresismo alternativo que se proponen participar  en las elecciones del 2016, hay dos puntos de consenso supremamente importantes,  cuales son: el primero es que  “nadie le gana solo al PLD”, y el segundo es que el cambio de gobierno en ese año debe avanzar a un cambio importante  en las políticas que mantienen al país, pueblo y nación, en una trampa económica y en  un cerco político.

En resumen: hay un discurso de consenso según el cual es necesaria la unidad para derrotar al PLD y que ese hecho político conduzca a un cambio en las condiciones actuales.  Dicho en otros términos: “no tiene sentido salir del que está  para que el que venga mantenga el país en el mismo esquema”.

Estas palabras se han dicho miles de veces, por centenares de medios e igual cantidad de tonalidades; dichas por los candidatos alternativos; y ahora lo que toca es  que con los hechos se le haga honor a las palabras.

Está muy bien, y es legítimo, que cada sector se proponga crecer como individualidad, ser  el  más grande. Es mejor incluso para la unidad que cada quien crezca, porque esa UNIDAD sería entonces una suma de fuerzas y razones.

Está muy mal especular con la unidad y la idea del cambio si no se cree en la misma,  y no se  dan pasos prácticos en ese sentido.

El Frente Amplio ha formulado la propuesta de que los alternativos se encuentren  y dialoguen para pactar un acuerdo entre ellos que, por una parte, califique el programa de la unidad opositora, y por la otra,  se proponga luchar para que la candidatura alternativa más calificada sea también la de la Convergencia.

Nadie tiene que renunciar a sus particulares aspiraciones. Solo tiene que plantearla en una perspectiva de unidad amplia, en la cual, en el peor de los casos, ganará mucho más que como individualidad; al tiempo que ganan el pueblo, la nación y el país.

Si “nadie le gana solo al PLD”, es razonable hacer la diligencia en favor de la unidad amplia para ese propósito; en la Convergencia; o en acuerdo con la Convergencia. Porque se puede pactar con la Convergencia sin ser parte de ella.  Pero siempre apuntando en el sentido de unir contra el blanco principal, que es el partido de gobierno.

Si de verdad se quiere potenciar el cambio ahora,  no es inteligente convertir a la Convergencia en el blanco de ataques; podrá ser otra cosa, pero no inteligencia.

La responsabilidad histórica del momento político está de nuevo convocada. Como en 1962; 1978; 1990; 1994-96; o como con otros formatos, en 1965, 1973 y 1984.   Varias veces hemos sido convidados y ha sucedido que no hemos llegado; o llegamos tarde.

No asumir la responsabilidad una vez, se puede entender. No asumirla una y otra vez, se puede entender con reservas. No asumirla nunca, entonces es otra cosa, proverbial quizás.
 
Horacio Vásquez fue un irresponsable cuando no correspondió a la cita de la responsabilidad, y esa irresponsabilidad le abrió paso a Trujillo para llegar al poder a partir del 23 de febrero de 1930;  a pesar de que toda la gente de sentido común en aquel tiempo había lanzado el alerta del  “No puede ser” contra ese personaje. 

 Manuel Salazar
Secretario General del Partido Comunista del Trabajo (PCT)
Santo Domingo, DN;
23 de febrero, 2015

miércoles, 18 de febrero de 2015

El desafío de lo alternativo: temas para una transición(y 4)

¡En esta esquina…!

El desafío de lo alternativo: temas para una transición (y 4)

Por: Manuel Salazar

Cuál Estado (para cuál país, cuál desarrollo).  Si nuevas serían las bases materiales y la implicación del pueblo en la vida general, nuevas deberían ser las instituciones jurídico políticas que  las  expresen.  La cuestión entonces que se plantea a lo alternativo y el progresismo es saber moverse desde el principio general sobre el carácter de clase del Estado a la posibilidad táctica en la realidad concreta y entrar a la lucha por reformas avanzadas.

Considerada la necesidad de unas reformas en interés de rediseñar un estado que en general corresponda a una visión nueva de país y  desarrollo, consideraría que  la  primera cuestión a plantear es que las mismas deberían estar a cargo de una Constituyente, integrada por diputados y diputadas escogidos mediante votación universal y directa para ese fin exclusivo.

Serían muchos los asuntos a plantear en una nueva constitución; pero de momento  plantearíamos solo algunos de los ejes principales que deberían articular la reforma del Estado que protestamos. En nuestra visión global de cuál país, cuál desarrollo, cuál estado, los a considerar serían los siguientes:

1.- Desconcentrar el poder político. Para la gestión pública del desarrollo y la democracia en general, se debería distribuir en tres niveles, con sus correspondientes instancias de gobierno y parlamentarias, cada una implicada en asuntos constitucionalmente establecidos.

1.1.-El gobierno central, y su correspondiente nivel en una Asamblea Nacional Legislativa, cámara única; integrada por Diputados Nacionales. Entre las funciones de esta instancia debería incluirse la de escoger, y controlar periódicamente, un Consejo de Ministros de Estado, que constituiría el Poder Ejecutivo, junto al Presidente de la República.  Los poderes del Presidente se reducirían en relación a los que actualmente ostenta.

1.2.-El gobierno regional con un Gobernador y su correspondiente Asamblea Regional, integrada por Diputados y Diputadas Regionales, escogidos por votación universal y directa de la ciudadanía de cada región. (Esta instancia podría frenar el proceso de fraccionamiento del país en cada vez más provincias, y recuperaría en una unidad regional con fines de planes de desarrollo la identidad cultural y en  la vocación productiva de  los territorios que han sido irracionalmente separados.  Contribuiría además a crear economías y servicios públicos de escala a nivel regional).

1.3.- El gobierno local o municipal, con el Alcalde como principal ejecutivo y su correspondiente Asamblea Municipal, integrado por Regidores  que igual controlaría a aquel de manera periódica.

En todas las instancias se deberían establecer mecanismos de revocabilidad de mandatos, control popular y decisión directa de la ciudadanía sobre la administración y los asuntos públicos.

Los recursos naturales y bienes públicos, serían administrados en los ámbitos territoriales en que se encuentren, con arreglo a una disposición de ley de desarrollo nacional que establezca las competencias y beneficios que correspondan a los diferentes niveles en que se distribuye el Estado.

2.- Estado laico, con todo lo que implique para la vida nacional. El Concordato quedaría sin efecto.  Esto, más que un asunto ideológico, es la recuperación de la integralidad del espíritu de la República, conquistada sobre las ruinas políticas, espirituales y sociales del medioevo, donde el poder de la iglesia era funcional al cesarismo, llámese ahora caudillo, líder mesiánico, o dictador.  

3.- Estado con transversalidad de género, tolerancia a lo diferente y, desde la afirmación de la propia, coexistente con otras culturas; incluyente de los seres humanos en situaciones  física, mental y socialmente difíciles; igualmente incluyente de la comunidad LGBT para todos los efectos.  Marco en que se definirían  políticas migratorias y de extranjería, atravesadas por el estricto respeto a la dignidad, valores y derechos humanos de las personas, cuales sean su nacionalidad, sexo, color, raza o creencias.


La cuestión es: sustituir el Estado centralista, que ha sido garante del crecimiento económico y expresión de la concentración de la propiedad económica, no del desarrollo; e instalar otro que sea incluyente de la diversidad de la propiedad económica, las regiones y sus pueblos en la gestión pública, para el desarrollo sostenible, equilibrado, apropiado a la condiciones geográficas del país y centrado en el bienestar de la gente.

jueves, 12 de febrero de 2015

El desafío de lo alternativo: temas para una transición (3)

¡En esta esquina…!
El desafío de lo alternativo: temas para una transición (3).

Por: Manuel Salazar

“… la igualdad de los derechos frente al mercado no basta para asegurar la igualdad de los derechos a secas…”. Thomas Piketty;  El capital en el siglo XXI.

Más sobre cuál desarrollo. Lo público, componente vital del desarrollo y la democracia. En este momento parece una herejía defender lo público. Porque la privatización se ha impuesto a nivel de las ideas y valores. Pero, soy de izquierda, y me es de principios defender lo público, sobre todo cuando los argumentos contrarios son débiles.

Uno de los más socorridos contra la viabilidad de lo público y sus empresas, es que malgastan dinero del presupuesto; a lo que aporto una respuesta inmediata: al  14 de  febrero del  2014 los gobiernos del PLD habían dedicado casi 60 mil millones de pesos en programas de caridad pública, y el único resultado destacable es que mantienen cautiva una nómina de clientelas electorales.  Porque es  nulo el impacto en materia de alivio a la pobreza, y en una perspectiva humanista no compensa de ninguna manera el agravio a la dignidad   que  es  comprar la  miseria de un ser humano a cambio de su voto.

Se podría evaluar a la luz del Multiplicador económico de Keynes cuál sería el efecto en empleos directos e indirectos de una inversión de esos 60 mil millones en empresas productoras de bienes y servicios. 

Porque convertir en trabajador o trabajadora asalariados a una masa que hoy está atrapada en la  política de caridad pública, es un acto de liberación espiritual, profundamente humanista y esto en si mismo es un tema del desarrollo.

Además, un sector público renovado, podría ser clave para la democratización de la propiedad económica y la democracia en general; toda vez que hay una relación directa entre la concentración de la propiedad económica y la centralización del poder político. También contribuiría a revalorizar el salario en tanto disminuye el desempleo, y a potenciar el mercado interno.

Hablamos de empresa pública renovada, y es preciso señalar al respecto que una de las grandes distorsiones en el proceso social e histórico de América Latina es la confusión entre Gobierno y Estado, y como derivación de esta, el dominio sobre los recursos públicos del partido que ostenta el gobierno, y así las empresas públicas devinieron en botín del  ganador de cada elección, con nóminas supernumerarias e ineficientes, por lo que contribuyeron a armar el discurso privatizador.

“El estado es mal administrador”, se dice. Pero es falso; porque el estado no administra nada;  quien  administra es el gobierno. Por tanto, hay que sacar el tema de este corolario falso.  Además, cuando se habla del estado debe concebirse primariamente al pueblo que según la Constitución “constituye una Nación organizada en Estado libre e independiente”. El punto de partida es el pueblo.

Por tanto, lo público, y en este caso la empresa pública, debería ser referida, primaria y principalmente, al pueblo y al control social de este sobre aquella.  Habilitar instituciones y sus correspondientes formas organizativas para que el pueblo controle lo público es un sesgo de los regímenes que se definen modernos. Entre esas habilitaciones habría que incluir el lugar del municipio y desarrollo locales, dimensión en la que ese control podría ser más efectivo, como sugeriría el patricio Juan Pablo Duarte en su proyecto de Constitución. 

Habilitar lo público es dar lugar al desmonte del estado centralista que ha prevalecido en la República Dominicana, conectado por esencia con la concentración de la propiedad económica y con patrones de crecimiento económico, jamás de desarrollo.  Por eso, obedeciendo solo a la lógica de la rentabilidad del capital, localiza los principales montos de la inversión en puntos del país, mientras se dejan otros en el abandono. La pobreza que se dijo sería superada con la privatización, está por doquier. El 57 % del empleo es informal; casi 70% de los nuevos empleos son informales, y se ha dicho durante años que los bajos salarios son una condición para la competitividad de la economía impuesta.

De tal manera,  la   herejía es  que  la privatización haya dejado a las mayorías populares en la más completa indefensión: el Estado no resuelve sus problemas, ni el mercado tampoco.


Terminaré en la próxima entrega tratando de responder a la pregunta Cuál Estado (para cual país y cuál desarrollo).

viernes, 6 de febrero de 2015

Partido Comunista se solidariza con periodistas y rechaza peligro ‘fascistoide’

Partido Comunista se solidariza con periodistas y rechaza peligro ‘fascistoide’

Por: Manuel Salazar

El Partido Colunista del Trabajo (PCT) denunció el peligro ‘facistoide’ en la sociedad dominicana y se solidarizó con los periodistas Juan Bolívar Díaz, Luis Eduardo Lora (Huchi), Amelia Deschamps y Roberto Cavada, amenazados de muerte por los grupos del extremismo nacionalista.
“Solidaridad con el periodismo responsable. Alerta ante el  peligro fascistoide”, tituló el PCT su comunicado emitido este jueves.

“El Partido Comunista del Trabajo, PCT expresa una vez más su solidaridad con los periodistas Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora, y todos los que por hacer un periodismo responsable,  reciben amenazas de muerte y  con frecuencia son víctimas de  los ataques más desconsiderados de parte de sectores políticos y sociales que tienen en la intolerancia una de sus principales características”, indicó.

Agregó que el periodista Fausto Rosario Adames, para solo citar un ejemplo más y reciente, ha sido amenazado de muerte en ocasiones anteriores por esos mismos sectores;  con  lo que se confirma que  existe en el país una actitud establecida y continua de perseguir a los periodistas a causa de sus posturas en defensa de las libertades públicas y los derechos humanos y democráticos.

Advirtió que el hecho de que esos sectores se atrevan a amenazar de muerte e insultar de la manera más descarada a figuras emblemáticas del periodismo y  la ciudadanía responsables como los periodistas citados, revela en aquellos una elevada dosis de fanatismo y de ser portadores de un poder que los hace peligrosos a la causa de la democracia y el ejercicio de las libertades públicas;  por lo que cabe un alerta al pueblo sobre el peligro de una “fascistización” de  la  vida nacional.

“Si bien no puede decirse que el fascismo existe en la República Dominicana, sí puede afirmarse que existe de manera clara y militante elementos integrantes del mismo. El antihaitianismo, ofertado como falso patriotismo y como defensa  de la raza hispana,  que promueven los mismos sectores que se manifiestan intolerantes ante el periodismo responsable,  es una actitud propia de fascistas”, precisó.

Alertó sobre estas manifestaciones, recordando que de esa manera comenzó el nazismo de Hitler en Alemania. “Atacó (Hitler) al periodismo independiente para abrirse paso hacia el poder;  y una vez lo conquistó, clausuró las libertades públicas, persiguió el ejercicio del periodismo y los derechos democráticos en general”, indicó el PCT.

En un comunicado firmado por Manuel Salazar, Secretario general, el PCT reiteró su solidaridad con el periodismo responsable y el alerta ante el posible desarrollo de los elementos fascistas que se encubren en enfrentar un supuesto peligro haitiano.


miércoles, 4 de febrero de 2015

El desafío de lo alternativo: temas para una transición (2)

¡En esta esquina…!

El desafío de lo alternativo: temas para una transición (2)

Por: Manuel Salazar

Cuál desarrollo. Desarrollo, más que crecimiento.  En  medios políticos y académicos se habla a veces como si los conceptos desarrollo y crecimiento fueran similares.  Por intención, en el caso de los gobiernos. De hecho por estos días pasados escuchamos otra vez a las autoridades del Banco Central hacer privanzas del crecimiento de la economía y muchos lo exaltaron como desarrollo; cuando es claro que ese crecimiento ha venido aparejado con la pobreza. Porque crecimiento y desarrollo son conceptos diferentes, aunque relacionados.

El crecimiento expresa un aumento en el Producto Interno Bruto, PIB. En los años entre 1966 y 1978, en la República Dominicana se alcanzaron tasas de  hasta 12%.   En el período 1996-2000, la economía dominicana tuvo un crecimiento promedio de 8.5%.

Pero en ninguno de los dos casos hubo desarrollo. Porque el desarrollo viene siendo una ecuación que relaciona de manera directa variables como, el crecimiento económico; la transformación progresiva de las bases materiales y fuerzas productivas del país; la mejoría social del pueblo incluyendo la recreación y el disfrute de los bienes culturales; y un régimen político y social que le garantice seguridad y participación democrática en las decisiones públicas relevantes.

La República Dominicana vio agotarse el modelo de “sustitución de importaciones”, que la mantuvo en la dependencia del extranjero; este fue sustituido por otro, basado en el turismo y las zonas francas, que por igual la mantiene dependiente y en el círculo dantesco del crecimiento económico con altos niveles de pobreza. Antes, se había sembrado el país de caña de azúcar y de esta se produjo uno que otro producto, cuando pudo avanzarse a producir decenas.  Aquí se produce y exporta cacao; pero las divisas que a lo mejor genera esa exportación se consumen importando los chocolates que podrían producirse en el país con nuestro propio cacao. En este y el caso anterior,  la agroindustria y con esta de toda la investigación, empleo y calificación técnica y profesional  de mano de obra que implica, habría sido una manifestación de desarrollo.

Un ejemplo de castración a las posibilidades de desarrollo de un país lo constituye la Venezuela de los tiempos del dictador Juan Vicente Gómez (1908- 1935) que disponía de reservas de petróleo y de un importante componente de producción agropecuaria.  Pero a ese señor lo pusieron en la jefatura del Estado, entre otras cosas, para que convirtiera ese país en mono-exportador de petróleo e importador de alimentos, para lo que destruyó la plataforma agropecuaria existente, consecuencias que todavía se sienten.

En nuestro país, han cambiado los modelos de crecimiento económico y han generado riqueza durante más de 50 años consecutivos; pero, al mismo tiempo, ha crecido la pobreza hasta el 60% de la población en algunas provincias y barrios populares; se deterioran los recursos naturales;  la inseguridad es alarmante, casi 69% de la población percibe que la misma crece en el país, tal como indica el informe del PNUD 2013-14 sobre “Seguridad con Rostro Humano”.

Ya lo he dicho aquí mismo en Acento, los modelos de crecimiento, esencialmente el vigente, han sido de “dumping” social y ecológico, porque logran crecer la economía sobre la base de mantener una política salarial restrictiva, un peso devaluado y altas tasas de desempleo. Y además, permite que  los inversionistas en minería y proyectos turísticos destruyan bosques, manglares y cuencas acuíferas.

La nación, país y pueblo dominicanos debemos salir de esa trampa económica y del cepo político e institucional que la garantiza. En su  lugar,  poner uno que tenga como esencia el desarrollo y diversificación de la producción, recursos y fuerzas productivas nacionales, con tecnología, educación e investigación apropiadas;  el trabajo bien remunerado; el desarrollo del mercado interno; el  uso,  preservación y desarrollo de los recursos naturales; en el marco de un régimen e instituciones democráticos, que exprese la nueva realidad social, económica, política y cultural que constituye la superación de aquel modelo.


En esta visión del desarrollo han de armonizar todas las formas de propiedad posibles, la privada por supuesto; y destaco  entre  todas las públicas y la solidaria- cooperativa. E igual han de encontrar un lugar el desarrollo y gobiernos locales. Continuaremos con este tema.