miércoles, 1 de abril de 2015

El no ha lugar a los Félix, o “la justicia de los vencedores”


¡En esta esquina…!

El no ha  lugar  a los Félix, o “la justicia de los vencedores”.

por: Manuel Salazar

Justo el Viernes de Dolores, le han dado un “no ha lugar” a las acusaciones contra Félix Bautista y Félix Rodríguez.  Con premeditación.  Hecho casi al entrar  el feriado de Semana Santa, contando con una baja de las posibilidades de protesta popular a esa decisión que agrega más de un dolor a los muchos que acumula esta madre Patria desde que Colón pisó sus tierras en 1492.

Pero se esperaba. Seguro que el pueblo llano lo esperaba, porque el caso se inserta en su experiencia de vida, donde aparecen cientos de personas allí  y  por allá  que  fueron a la cárcel, porque “robaron” por hambre un racimo de  plátanos  en  un conuco ajeno.

Desde mucho antes de los Viernes de  Dolores y de la reunión del tribunal del Sanedrín un miércoles (por eso el miércoles santo) que conmemoran millones en la tierra, fue establecido el carácter y el para qué de la justicia.

“Quo licet Iovi, Bobi non licet”,  “lo permitido a Júpiter no está permitido al buey”, establecieron los dominadores romanos;, corolario bien temprano de la desigualdad en la aplicación de la justicia.

El desafío todavía del ideal del Estado de derecho.

Desde los tiempos de los emperadores romanos, que estructuraron un código en el que de manera explícita cada ley e institución  se  justificaba   “con el objetivo de que el poder  se mantenga  en  manos  de la clase dirigente”. 

ABC de la lucha de clases hasta hoy.

Desde entonces existe “la justicia de los vencedores”; la que se aplica a los vencidos.

La que le aplicaron a Cristo en reunión del Sanedrín.  

La que aplican los imperios que conquistan territorios ajenos.

La que aplican las dictaduras feroces que se imponen sobre los pueblos.

La que aplican los partidos que logran ser ellos mismos el Estado, los partido-Estado; como el PRI  tiempos  atrás  en  México, que gobernó 71 años consecutivos, desde el año 1929 hasta el 2000.  Y como el PLD aquí, que dice gobernará hasta el 2040;  y ahora, en este momento tan singular de la historia política dominicana en que la hegemonía social de las clases dominantes modula en torno a la competencia por el poder entre dos fuerzas de ese mismo partido; que hace la magia de ser en  si  mismo él y su opuesto a la vez.  

El “no ha lugar del Viernes de los Dolores, es eso, “la justicia de los vencedores”.   La que aplicó el mismo Procurador Domínguez Brito cuando tiempo atrás dio “no ha lugar” a una iniciativa jurídica del Dr. Guillermo Moreno, y su despacho no revisó siquiera otra formulada por el candidato del Frente Amplio, Fidel Santana.  Porque una y otra estaban fuera de la órbita de la competencia inter hegemónica del PLD.

Los vencedores en cualquier tiempo y lugar se han preocupado siempre de matar la esperanza de sus vencidos como una cuestión imprescindible para mantener la hegemonía.  El “no ha lugar”  del  Viernes de los Dolores, se inscribe en el propósito de seguir matando la esperanza de las mayorías populares.

La reedición de un contexto como este más allá del 2016  aportaría  más  a  la sensación de derrota histórica de este pueblo; sería echarle más aire a la creencia de que "no hay nada que hacer por este pueblo y país"  en  medio de  la cual quedaría poco espacio para las honorables intenciones políticas de cambio.

Aunque sea “llover sobre mojado”, creo que se puede hacer algo todavía.  Solo que  hay que  apuntar  bien  la tarea: unidad amplia opositora, bien amplia, para un cambio de gobierno en el 2016; que conlleve a un cambio de rumbo en el país.  Unidad de fuerzas diversas que haga contrapeso al partido-Estado; con alternabilidad de candidaturas y  de  gobierno  en  el  tiempo. Unidad programática. Unidad de compromiso ético.  Así se le quita el oxígeno del poder a   “la justicia  de  los  vencedores”.

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